Los gatos son unas de las mascotas más limpias, ya que gracias a que se acicalan a sí mismos (varias veces al día) logran eliminar con sus lenguas, la suciedad de sus cuerpos. Pero es importante que nosotros también colaboremos en su aseo y lleves adelante una rutina de limpieza e higiene de tu gato, para beneficiar aún más su salud.
Cepillado del pelaje:
Con esta práctica lograremos en principio eliminar el pelo muerto de su melena y darle suavidad y brillo, pero también conseguiremos que no lo pierda por toda la casa.
Es importante acostumbrarlos desde pequeños, para que logren disfrutar de ese momento. Se debe tener en cuenta el tipo de pelaje del mismo.
En el caso de los gatos con pelo corto se aconseja cepillarlos una vez por semana y a los gatos de pelo largo realizarlo con más frecuencia, por lo general con 3 o 4 veces por semana alcanza, aunque hay casos de gatos con abundante pelaje y capa inferior de pelo, a quienes se recomienda cepillar diariamente.
En época de muda desprenden mayor cantidad de pelos, por lo que en todos los casos es necesario aumentar la frecuencia del cepillado que se realiza.
Para lograr un cepillado optimo, es importante realizar el peinado a contra pelo, desenredando y de ser necesario cortando los nudos que se conformaron. También es fundamental adquirir un cepillo especial indicado para el tipo de manto que posea tu gato, así no los lastimaremos en esta práctica.
Los podrás encontrar en veterinarias y en negocios de venta de productos para mascotas.
Hora del baño:
Esta acción también es importante, aunque la frecuencia no es la misma que empleamos para el cepillado. Bañaremos a nuestro gato cada dos o tres meses, ya que no es aconsejable bañarlos con frecuencia para no perjudicar su salud, al eliminar el sebo protector del animal con los baños excesivos.
En el caso de las razas de gatos que carecen de pelo, se recomienda un baño mensual o cada dos meses.
Es importante para que disfrute y se relaje a la hora del baño, habituarlo desde pequeño y estar pendiente de los siguientes detalles: vigilar que la temperatura de la habitación donde lo bañaremos sea cálida, utilizar para el baño agua templada y un champú especial para gatos que encontramos en tiendas para mascotas, y por último secarlo con una toalla o secador.
También deberíamos tomar como precaución, que no se asuste con los ruidos, por ejemplo, como el agua saliendo de la canilla o con el secador de pelos. Con todo lo mencionado estaremos consiguiendo que el baño sea un momento agradable y que no manifieste resistencia o se traume con la hora del baño.
Higiene de ojos:
Consiste en despojar las secreciones que se acumulan en el lagrimal, con esto estaremos previniendo infecciones oculares.
La limpieza se realiza con un algodón o gasa empapada en suero fisiológico, hay que limpiar el lagrimal y evitar tocar el centro del ojo, para no generar una lesión.
Limpieza de orejas:
No es una práctica que debamos realizar con frecuencia, aunque si es importante para expulsar toda la suciedad acumulada en el interior del oído.
Para realizar esta limpieza es necesario consultar antes con el veterinario, ya que es él quien te indicará el producto a utilizar.
Por lo general se trata de productos líquidos, que se colocan en los oídos, para que actúen disolviendo el cerumen de la oreja. Y al sentir nuestro gato estas gotas ingresar al oído, sacude varias veces la cabeza, eliminando lo que tenía acumulado en el interior de su canal auricular.
Higiene dental:
Con la limpieza de los dientes de nuestros gatos, estaremos evitando la aparición del sarro. El cual puede generarle daños en sus dientes y encías. Es importante el asesoramiento con un veterinario para realizar esta práctica, tanto para indicar los productos que utilizaremos (un cepillo y una pasta especial para gatos) como para informarnos como llevarla a cabo.
Es una práctica que puede generar incomodidad en nuestro minino, por lo que es aconsejable que lo habitúes en primera instancia mediante el juego, a dejarse introducir juguetes en su boca. Cuando logremos esto, empezaremos limpiando los dientes delanteros de fácil acceso. Y otro día completamos la limpieza con los dientes más difícil de llegar.
No te preocupes si tu gato se resiste al cepillado, hay enjuagues bucales que podemos comprar para combatir el sarro, en este caso se vierte parte del preparado en el agua que bebe la mascota, y se obtiene óptimos resultados.
Cuidados de uñas:
Otro cuidado importante tiene que ver con las uñas de nuestro gato, las cuales no deben ser muy largas, para así prevenir arañazos, lesiones por apoyo defectuoso de sus extremidades y destrozos a los muebles del hogar.
Podemos nosotros mismos cortarlas cada tres semanas, cortando el extremo final de la uña, sin tocar la parte carnosa, que puede provocarle dolor e incluso un leve sangrado. Si no te animas a hacerlo tú, puedes acudir a que las corte el veterinario o alguien especializado en el tema.
Para ayudarlo a que se afile las uñas él mismo podemos proporcionarle un rascador, existen una amplia variedad de modelos en el mercado.
Areneros o bandejas sanitarias limpias:
Es fundamental para el cuidado de nuestros gatitos que el arenero este siempre limpio, para esto debes impedir que se acumulen por mucho tiempo heces y orina. Existen muchos modelos de areneros y muchos tipos de arena para gatos. Lo importante es que sean funcional para ti que lo tienes que limpiar y que tu gato se sienta cómodo con él.
Hay un modelo practico que tiene una rejilla en la bandeja que te permite filtrar la arena para aprovecharla mejor y tirar solo la arena usada. En cuanto al tipo de arena, la que es fácil de limpiar es la arena aglomerante.
Productos antipulgas:
También es importante aplicarle ocasionalmente productos antipulgas y antiparásitos en el caso de ser necesario, siguiendo las indicaciones del veterinario de tu mascota.
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